30 de mayo de 2023

¡ENHORABUENA!

 


Escribo esto antes de que termine la campaña electoral, pero no me equivoco si felicito a todos los que se han creído ganadores de esta brega, a los que de verdad la han ganado, a los que no saben que han ganado vida y tranquilidad, a los que han respirado hondo cuando se enteraron del lío en el que se metían por hacer un favor a alguien y no haber aprendido a decir que no a quien le pide algo, a los que están corriendo para recoger papeles del despacho, a los que siguen agitando banderas por si acaso, y a los que estamos en casa y descansamos de tanto como oímos.

Los candidatos son unos valientes. Lo general es que pensemos que se llenan los bolsillos con el dinero público, que están ahí por acrecentar sus patrimonios y hacer cosas que generan beneficios económicos a sus cuentas corrientes no españolas, o que doblegan voluntades que ocasionen bienestar a sus allegados. Es verdad que el río suena a esas motivaciones para debutar, o permanecer, en el espacio público, pero veo desde fuera que el sufrimiento es tanto, que la política se ha degenerado de tal forma, que la lucha por mantenerse alejado de las críticas y la injusta vocación española de derribar al enemigo imaginario a fuerza de mentiras y calumnias, que este run run me hace pensar que me falta el valor para creer que yo pudiera torear en ese ruedo, y por esa razón los felicito.

Luego queda el papel de la prensa, que como es el cuarto poder de cualquier democracia, se lo toma tan en serio que de cualquier fallo produce noticia, y ahora no se queda refugiada en la columna del periódico, sino que se hace tifón y arrasa a su paso con todo lo que embiste, aunque no se comprueben las fuentes y se hable por hablar porque hay que rellenar, conseguir que todos les digan que les gusta lo que se cuenta, y que ellos son los profetas que siempre aciertan.

Este papel de la prensa es loable, porque nos mantiene despiertos tratando de averiguar dónde está la realidad, quién se columpia y qué medio es el que dispone de fuentes fiables, de personas que no se casan con ninguna ideología y que no ceden al chantaje de los poderes fácticos, siempre prestos a conseguir poder a través de urnas ajenas. A mí me provocan un cierto gasto económico, porque tiendo a leer toda la prensa que cae en mis manos, pero me resisto a adocenarme a la sombra de una sola opinión, clarísima en cualquiera de los diferentes medios.

Mi enhorabuena a todos por haber salido cuerdos de este lío, por haber superado sus imágenes en los carteles, la penosa redacción de los programas electorales, la falta de estética en sus comparecencias, las cosas que han tenido que decir sin pensarlas, las increíbles reuniones en los sitios más insólitos, la pelea por que les hagan caso, y el sufrimiento por no haber sido elegidos esperando que esto no sucediera.

Cuatro años más y volvemos a la carga. Cuídense los que se van a casa, y cuiden de nosotros los que han salido. Nos lo deben.

Matilde Muro Castillo.


Artículo publicado en el diario HOY de Badajoz el 29 de mayo de 2022.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bárbaro