23 de junio de 2017

RESPETO

Tengo la impresión, cada vez más acentuada, de que me faltan al respeto por activa y por pasiva. 
Cuando los políticos se suben al estrado nos tratan de "pesca fácil", "tramposos", "escapistas", "irresponsables al volante", "alcohólicos, drogadictos y descerebrados", "desobedientes", "incumplidores", "improductivos" y "desinteresados".
No soy nada de todo esto, pero como tendemos a la generalización, se nos mira con desprecio y desde lo alto del estrado nos escupen con sus ocurrencias lamentables con las que, haciendo tabla rasa, nos hacen sentir delincuentes.


https://www.flickr.com/photos/wiertz/8553028974/

No hablemos ya de los impuestos por todo, las multas de importes descabellados en relación con los salarios de los seres humanos que poblamos este país y trabajamos a fuerza de sangre y desmanes, la prepotencia de las fuerzas de seguridad, a las que se les ha proporcionado palabra de rey y frente a las que no hay posible recurso ante sus abusos; el desmadre de los ayuntamientos y diputaciones que, amparados en una ley de régimen local escandalosa, suben los IBIS, recalculan cuotas, quitan y ponen porcentajes, cuadran las recaudaciones con superávit y ¿para qué?. Para nada, porque yo trabajo el doble, sufro como nadie los acosos municipales porque opino libremente, me sacuden en el trabajo porque no obedezco órdenes delictivas y me echan encima inspecciones de Hacienda que amargan la vida con la excusa de la "diferencia de criterios", en la que mindundis sin otro afán que no sea la productividad en sus nóminas, se refugian, como si de burladeros frente a ovejas moribundas se tratara.
No me respetan, y yo a ellos sí, pero no sé hasta cuando.