7 de septiembre de 2020

¡AL LÍO!

 


¡Al lío!

MATILDE MURO

Si me preguntan por algo en cuestión que me paralice el pensamiento, no sabría responder. Vivo un momento en el que la vida no me da para atender a tanto como ocurre alrededor, tantas noticias dispares como me cuentan, o tanto como debo leer y no puedo, porque el día no da de sí, la luz se apaga, los ojos se cierran y los días pasan sin haber terminado de completar lo que la noche anterior me propuse.

Si me da por atender a las noticias internacionales, me horroriza el racismo, me asusta la violación sistemática de los derechos humanos, el abandono de la infancia, el horror de los campos de refugiados y la violencia sistemática contra la mujer.

 

Si miro hacia dentro de nuestras fronteras, me quedo fija en el hastag #porquelopeornohapasado y me solidarizo con la idea. Es verdad. Nos queda una tarea por delante impresionante a los ciudadanos de a pie, y esta iniciativa, capitaneada por mi amiga Sally Hambleton desde Madrid, es tentadora para todos los que somos habitantes de esta España que dicen vaciada, abandonada y empobrecida, a la que, desde los poderes centralizados, quieren salvar de la pandemia tratándonos como si viviéramos hacinados en grandes ciudades y con peligro de contagio inminente si agarramos las barras de los trenes, metros, autobuses o taxis, que no circulan por nuestras ciudades, circunstancia que ellos desconocen.

Viene el lío. Llegará el invierno, frío, lluvias y hambre. Se acaban los ERTE y las personas se quedan en la calle, y hay que darles de comer, tratar de abrigarlos y sentir que nosotros, los de aquí, los de la España cerrada, estamos a su disposición y, en la medida de nuestras posibilidades, podremos ayudar.

Por favor, echen una mano informándose de cómo pueden hacerlo. Se siente uno mucho mejor. No vamos a ser capaces de dormir tranquilos viendo cómo en nuestro país el hambre y el frío se extiende por las grandes ciudades, las colas para recibir comida se multiplican por el infinito, los centros de acogida de refugiados se vacían para evitar contagios, y manda a esas personas a la calle con una mano delante y otra detrás, los bares y restaurantes cierran, los hoteles cierran, los trabajos desaparecen porque la pandemia mata y asusta, y aún no hemos decidido la forma de morir.

Repito: podemos ayudar a los que no saben que existimos. Podemos donar cosas, dar parte de nuestro tiempo, correr la voz, hacer que los amigos de los amigos que tienen conocidos y son capaces de ayudar, ayuden.

Madrid ciudad nos va a necesitar más que otro lugar. No se trata de la gestión política, ni religiosa, ni militar, ni nada que se le parezca. Es la ciudad más habitada de España y donde más necesidades va a haber, porque es donde más personas se van a contagiar, y más aún van a perder su trabajo.

Si entran en Instagram en #porquelopeornohapasado les van a contar cómo ser importantes sin otro esfuerzo que pensar en los demás, un poco.

¡Al lío!

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