5 de mayo de 2021

AVISO A NAVEGANTES

 


La situación actual nos hace pasar muchas horas en casa, viendo noticias, leyendo periódicos, descargando novedades en el ordenador, en el móvil, viendo las cuentas del banco, haciendo cálculos de cómo terminar el mes, viendo que las comisiones surgen como por arte de magia, que no hay de dónde tirar y que es mejor quedarse en casa, además de por el virus, porque no hay posibilidad de gastar.
En esa mezcla de comportamientos, llaman la atención las sucesivas comunicaciones de los bancos que ganan miles de millones de euros, así como ejecutar acciones de despido de miles de empleados, a los que se les ha imbuído un comportamiento agresivo, despreciativo y rayando en lo canalla con los clientes, que son los que depositan las ganancias en las cuentas, que dicen que son de los propios clientes, pero la verdad es que son de los presidentes, ejecutivos y accionistas de los bancos.
Si tienes que pagar un recibo de cualquier cosa, has de levantarte cuando el banco lo dice, porque después de las diez de la mañana no cogen dinero. Si quieres ingresar dinero has de pagar comisión para que los señoritos se laven las manos a la hora de tocar el dinero. Si devuelven un recibo y lo quieres abonar en efectivo, no les parece correcto y te vuelves a casa porque el empleado ha decidido que ni levanta la vista de lo que está haciendo, y no se va a molestar en atenderte.
No se te ocurra ir a ver a alguien responsable del último desmán, porque lo más posible es que tengas que pedir cita previa y arrastrarte para que te den explicaciones de los cambios de normativa que, por su cuenta, aplican sin comunicarte nada inteligible y, menos aún, posible de leer si no es con lupa microscópica.
En esta cueva de desprecios, manipulaciones, malos tratos, vejaciones y humillaciones se han convertido los bancos con sus clientes.
Es tan bochornoso, lacerante y falto de sentido esta situación, que alguien va a tener que tomar cartas en el asunto.
Sé que están de acuerdo conmigo todos menos los bancos y sus serviles trabajadores, que ocultarán la cabeza detrás de la “obediencia debida”, pero que no tiene un pase dentro de la moral, educación y comportamientos contractuales que no exijan en la relación entre las partes la intervención de la justicia, como está ocurriendo en la mayoría de los casos, en los que la usura aparece en la mayoría de la sentencias que los tribunales emiten cuando los clientes de los bancos dan el paso de acudir a los abogados a intentar defenderse con sus devastadores contratos.
Están llegando a límites insoportables. Les han llegado a llamar la atención desde el gobierno (que no es valiente precisamente) por su comportamiento, los ciudadanos estamos hartos de comisiones salvajes, atención deficiente e imposiciones inaceptables, amén de tener que enterrar nuestras vidas si se nos ocurre usar sus servicios, con los que están dados de alta como empresa: el dinero.
Aviso a navegantes. Nos estamos cansando y somos más. Por mucho dinero que tengan y más que quieran, una vez pasó que David ganó a Goliat. Puede repetirse.

(Artículo publicado en el Diario HOY de Badajoz el lunes 3 de mayo de 2021)

Matilde Muro Castillo.





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