10 de agosto de 2020

PIELES

 

IMAGEN INTERNET. COCODRILOPEDIA.

MATILDE MURO

NO dejo de mirar las fotografías del espanto ocurrido en Beirut. Pocos son capaces de calibrar la tragedia de una ciudad destruida sin razón que lo justifique. Una ciudad, que es una nación. Una nación que es el fruto de la mala convivencia entre los que la habitan. Esa nación que es el reflejo de nuestro mundo actual, preñado de corrupciones que hacen de los ciudadanos seres inertes y sangrando, por dentro y fuera, cuando los gobernantes se ocupan de todo menos del oficio de ordenar la convivencia con los recursos disponibles.

Beirut es España en general. Somos especialistas en destrozarnos, en hundirnos, en recauchutarnos a todas horas asumiendo acontecimientos que no tienen por qué ocurrir, porque como españoles, ciudadanos, libaneses, seres humanos en definitiva, no hacemos otra cosa que reclamar tranquilidad por favor.

Cuando minorías asolan los puestos de gobierno, y se cubren con ineptos a los que echar la culpa, en la piel de los países aparecen grietas que se tapan con barro, se infectan y nunca sanan, si no es a fuerza de más barro, más alcohol, armas, guerras, prostitución, y nuevas grietas donde, en origen, hubo pieles sensibles.

Esa piel inicial cambia de color. Ya no es lo transparente que vimos cuando nació. Hay manchas, aparecen laceraciones y por algún lado sangra. Hay que taparlo con más corrupción, con más horror y más desencanto general y surgen las ojeras en los pueblos, la mala alimentación, la tortura de los sentimientos y las pocas ganas de salir adelante porque siempre, siempre, ganan los mismos. Y siguen ocasionando grietas en la piel que de nuevo se tapa con otros menesteres que resultan al final mentiras, inventos, secretos de Estado que todo el mundo conoce, denuncias infundadas, detenciones injustificadas y prensa censurada a fuerza de disparos en la nuca de los que se atreven a contar la verdad.

Y las pieles cambian de color. Los países se vuelven facinerosos, peligrosos, agresivos, la vida deja de tener valor, las cosas mínimas desaparecen porque ¿de qué sirve ver reír a tu nieto?, ¿a quién interesa que ese día inauguras tu exposición?, ¿quién sabe que ha salido tu primer libro a la calle?, a nadie porque todos andan pendientes de la nueva herida en la piel del terreno que te ha visto nacer. Es mucho más importante echar cuentas de lo que nos han robado, lo que nos insultan, cómo nos maltratan, que lo que tú, como ciudadano impecable, aportas viviendo en paz.

Un día, paseas por la calle, miras a alguien que no te gusta mucho, te acercas por curiosidad y eres devorado por ese ser que, oculto tras la matas del boletín oficial de turno, ha abierto la boca y te ha tragado dejando fuera las piernas pataleando y el tronco deglutido en medio de un charco de sangre. No has sabido distinguir el color del cocodrilo en el que se ha transformado la piel de tu país, por el que trabajabas, del que estabas enamorado y a veces presumías de haber nacido en él.

Corrupción fue el diagnóstico de la autopsia.


https://www.hoy.es/extremadura/pieles-20200810000450-ntvo.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F


2 comentarios:

Unknown dijo...

Impactante tu artículo, amiga!!!

Anaggl dijo...

Conmovedor.